Se habla de insomnio cuando un niño tiene problemas para quedarse dormido o para mantener el sueño, lo que conlleva que se despierte muchas veces a lo largo de la noche. El dormir alguna noche mal es normal, pero si la dificultad de dormirse o mantener el sueño perdura en el tiempo y produce malestar, nerviosismo, inquietud motora y somnolencia por el día, se considera que se trata de un insomnio infantil. Durante el sueño, se reparan y fijan conceptos e ideas porque los niños están en pleno desarrollo. Si el niño no duerme bien, al día siguiente su rendimiento en el colegio no es bueno, se le ve al niño más inquieto y nervioso, y le cuesta más concentrarse y desarrollarse como es esperado para su edad. Los padres deben establecer unas rutinas para evitar la aparición de estos problemas, pero, sí se da el caso, pueden ser tratados por un psicólogo especialista en insomnio infantil de nuestra clínica en Madrid.
Según los últimos estudios, el insomnio infantil afecta al 30 % de los niños entre seis meses y cinco años. En nuestro medio, el 27 % de los niños de 5-12 años presentan resistencia para ir a dormir, el 11 % latencia de sueño prolongada, el 6% despertares frecuentes, y el 17% dificultades para levantarse por la mañana. En adolescentes, el 38,5% presentan mala calidad subjetiva del sueño y el 23,1 % latencia mayor de 30 minutos. El 90 % de los casos de insomnio infantil se debe a la adquisición por parte del niño de hábitos incorrectos durante las primeras etapas de su infancia, como por ejemplo la flexibilidad de horarios o la falta de un clima adecuado para irse a la cama. Estos niños tienen una alteración en sus ritmos biológicos por no haber adquirido un hábito correcto y necesitan un tratamiento especifico para el insomnio infantil.
Los trastornos del sueño constituyen una queja frecuente en las consultas pediátricas de Atención Primaria y, con frecuencia, están infradiagnosticados. Los especialistas en insomnio infantil de la Clínica Dra. Teresa Aparicio identificarán, orientarán y abordarán estos trastornos con una evaluación adecuada de los síntomas. Este trastorno se puede prevenir con la educación de los ritmos vitales del niño. Para ello, hay que establecer unas rutinas antes del momento de ir a dormir y mantenerlas en el tiempo. De este modo, se prepara al niño para el descanso.
Se puede hablar de insomnio infantil cuando a un niño le cuesta regularmente conciliar el sueño o mantenerlo a lo largo de la noche. El sueño es un estado de reposo mental y físico, y una función recuperadora indispensable. Durante el descanso, el organismo realiza múltiples funciones como fortalecer los huesos y el sistema inmunitario, entre otras muchas. Esto es vital a todas las edades, pero, más aún, en la infancia y la adolescencia, puesto que son momentos clave en el desarrollo físico y mental de la persona. Por eso, es importante detectarlo lo antes posible y tratarlo. En nuestra clínica, realizamos tratamiento para tratar el insomnio infantil en Madrid, disponemos de los mejores especialistas para ayudar a superar las dificultades que se tiene para dormir.
Cuando un niño padece insomnio infantil, se pueden identificar los siguientes síntomas: despertares nocturnos muy frecuentes (hasta 15 veces), irritabilidad y/o problemas de conducta, miedo a ir a la cama, problemas para conciliar el sueño, pesadillas, terrores nocturnos, y todo esto puede derivar en problemas de concentración y memoria, mayor riesgo de ansiedad, depresión, trastornos del crecimiento y desarrollo. En nuestra clínica tratamos el insomnio infantil en niños, adolescentes y adultos.
Puede haber varias causas que deriven en un trastorno del sueño y que haga necesario un tratamiento conductual del insomnio infantil. En primer lugar, podemos nombrar los malos hábitos que pueda tener el niño, puede estar acostumbrado a tener estímulos para dormir (padres, luz, pantallas, música…) y no poder conciliar el sueño al acostarse. Otra posible causa es el estrés: horarios irregulares, problemas familiares, ansiedad de separación, miedos infantiles, fobia escolar, sobreactivación… Pero, también puede tener su origen en causas médicas: alergias, dolores (otitis o cólicos), enuresis (micción involuntaria), enfermedades crónicas (diabetes, asma, dolores de cabeza), medicamentos.
Podemos hablar de tres tipos de insomnio infantil: insomnio de conciliación, insomnio de mantenimiento e insomnio por despertar precoz. El primero es aquel donde el niño se acuesta y no puede conciliar el sueño. El segundo es el que se da cuando el niño se duerme con facilidad, pero se despierta y ya no puede volver a dormirse. En ocasiones, se puede deber a factores como comidas copiosas, la preocupación que supone tener un examen al día siguiente, rupturas traumáticas etc
El insomnio infantil, según algunos estudios, afecta a un 30% de los niños entre 6 meses y 5 años, y además, el 5% de los casos se produce por causas médicas y el 25% restante tiene origen conductual. El insomnio es más prevalente cuando se trata de niños con patología psiquiátrica o del neurodesarrollo, como autismo, TDAH, TDA, ansiedad, depresión, etc.
Para prevenir el insomnio infantil, existen unas medidas generales, no farmacológicas, de higiene de sueño y terapia cognitivo conductual, que pueden evitar el uso de fármacos. La mayoría de los trastornos del sueño en la infancia se pueden prevenir con estas medidas, y solo en algunos casos concretos habrá que añadir fármacos. La higiene de sueño se refiere a un conjunto de medidas, recomendaciones y hábitos de conducta, que favorecen el inicio y el mantenimiento del sueño, si se establecen como rutina pueden prevenir la aparición de este tipo de trastornos.
En nuestra clínica, tienes a tu disposición siempre una psicóloga o psicólogo especialista en tratar el insomnio en adolescentes y niños en Madrid. Puede ayudarte a crear unas rutinas para que los niños se sientan seguros y sepan cuándo y cómo ir a la cama, hablará con ellos sobre sus inquietudes y tendrá en cuenta posibles estímulos o molestias. Desarrollará una serie de actividades o rutinas con las que el niño disfrute para prepararse e ir a la cama, separándose de sus figuras de referencia con tranquilidad, evitando la asociación del acto de ir a dormir con una actividad estresante. En niños mayores, también es posible trabajar sus miedos y establecer un sistema de recompensas, si el niño permanece en su cama hasta la mañana sin ir a la habitación de los padres o sin llamarlos, se sentirán más autosuficientes y maduros.
El tratamiento del insomnio infantil dependerá del problema que lo cause, por ejemplo, si se precisará de medicación, si tiene su origen en causas médicas, y de atención psicológica en casos de miedo, ansiedad, depresión o psicosis entre otros. El tratamiento farmacológico de los trastornos del sueño en niños requiere una selección cuidadosa de medicamentos. Y nunca será considerado como primera elección ni como tratamiento exclusivo, ya que las medidas no farmacológicas deben de estar siempre presentes y preceder al uso de fármacos. El tratamiento farmacológico debe considerarse solo a corto plazo y la elección del fármaco debe de hacerse cuidadosamente en función del tipo de trastorno del sueño y de las características del paciente.
Solo un especialista en insomnio infantil, que esté familiarizado con el perfil farmacológico de los fármacos que hay disponibles para el uso en la edad pediátrica, puede recomendar fármacos. En la Clínica Teresa Aparicio encontrarás a los mejores psiquiatras especialistas para tratar los trastornos del sueño en niños. Además, si se diera el caso de añadir fármacos al tratamiento, se mantendrán el menor tiempo posible y se pautarán con la menor dosis eficaz posible. La retirada del fármaco habrá que hacerla, en general, de forma lenta y gradual, para evitar efectos adversos. Es importante hacer una monitorización estrecha de la dosis, los efectos secundarios y la eficacia clínica, y dejar claro al paciente y a los padres cuáles son los objetivos del tratamiento farmacológico.
El uso de fármacos puede estar justificado cuando los padres no pueden llevar a cabo las medidas conductuales, cuando estas medidas no tienen los resultados esperados, o cuando el insomnio está en un contexto de una enfermedad médica. Pero, aun así, siempre es recomendable al iniciar un tratamiento farmacológico, que se asocien medidas de higiene del sueño y medidas conductuales. La combinación de ambas será más eficaz para conseguir lo esperado.
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