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Autor: Rebeca Martín | Nutricionista en Clínica Dra. Teresa Aparicio
Publicado 6 septiembre 2024
Ya seas un atleta profesional o alguien que simplemente disfruta con la actividad física regularmente, lo que comes y cuándo lo comes puede marcar una gran diferencia en tus resultados.
Con este artículo aprenderás los principios básicos de la nutrición deportiva, su importancia, y algunas estrategias clave que te ayudarán a mantenerte en forma para alcanzar tus objetivos.
La nutrición deportiva es una ciencia que estudia cómo los alimentos y sus nutrientes afectan al rendimiento físico y la recuperación de los tejidos de los deportistas. Junto al descanso y el trabajo físico, es uno de los factores más influyentes para optimizar tu rendimiento atlético, prevenir lesiones y recuperar el tejido muscular.
Comprender los principios básicos de la nutrición deportiva es fundamental para cualquier persona que desee mejorar su rendimiento físico. La clave está en equilibrar adecuadamente los macronutrientes:
Carbohidratos
Proteinas
Grasas
Aprender a diferenciar los tipos de alimentos necesarios y conocer los beneficios que ofrecen, es especialmente útil a la hora de elaborar una dieta equilibrada que te ayude a mantenerte en forma.
Por este motivo, los nutricionistas realizamos una evaluación inicial completa antes de elaborar un programa nutricional personalizado. Así podemos identificar o descartar posibles inconvenientes que te impidan rendir al máximo.
Para equilibrar estos programas nutricionales, siempre tenemos en cuenta las funciones de estos grupos de alimentos:
Los carbohidratos son la principal fuente de energía para el cuerpo, especialmente durante las etapas de ejercicio intenso.
Se almacenan en los músculos y el hígado como glucógeno, para que tu cuerpo los utilice durante la actividad física.
Para cualquier deportista, es esencial consumir suficientes carbohidratos que mantengan los niveles de glucógeno altos.
Alimentos como la avena, la quinoa, y la patata son excelentes fuentes de carbohidratos complejos.
Las proteínas son cruciales para la reparación y el crecimiento muscular.
Después de hacer ejercicio, el cuerpo necesita proteínas para reparar el tejido muscular dañado y construir nuevo músculo.
Por eso una adecuada ingesta de proteínas puede acelerar tu recuperación y optimizar tu rendimiento.
Así que es importante consumir proteínas de alta calidad como el pollo, pescado, huevos, tofu o legumbres.
Aunque las grasas tienen mala reputación, en realidad son una fuente importante de energía, especialmente para ejercicios de baja a moderada intensidad.
Las grasas saludables, como las que se encuentran en el aguacate, las nueces y el aceite de oliva, ayudan a mantener las funciones corporales y proporcionan energía sostenida.
La hidratación es el pilar fundamental de la nutrición deportiva.
Durante el tiempo de ejercicio perdemos líquidos a través del sudor, y es vital reponerlos para evitar la deshidratación, ya que afecta negativamente a tu rendimiento, y además, puede producir lesiones.
El agua es esencial, por supuesto, aunque en actividades de larga duración, las bebidas deportivas que reponen electrolitos también son beneficiosas.
Imagina tu cuerpo como una máquina de alta precisión: sin el combustible adecuado, no puedes esperar que funcione al máximo de su capacidad.
No se trata sólo de alimentar el cuerpo, sino de nutrirlo de la forma correcta para potenciar tu rendimiento físico en cada sesión de ejercicio, entrenamiento y competición, logrando también mejorar tu recuperación.
Un plan de nutrición bien estructurado mejora tu rendimiento durante el ejercicio y acelera la recuperación, lo cual es esencial para mantener una rutina de entrenamiento constante y efectiva.
Además, la nutrición deportiva no solo se enfoca en el rendimiento físico inmediato, también juega un papel crucial en la salud a largo plazo. Una dieta balanceada y rica en nutrientes previene enfermedades, reduce el riesgo de lesiones y mejora tu calidad de vida en general.
Permíteme orientarte con algunos alimentos recomendados en cada situación.
Para mejorar el rendimiento, los carbohidratos son esenciales. Funcionan como la fuente principal de energía para el cuerpo, especialmente durante el ejercicio de alta intensidad.
Cuando consumes carbohidratos, se descomponen en glucosa, que se almacena en los músculos y el hígado como glucógeno.
Durante el ejercicio, el glucógeno se convierte en energía utilizable, permitiéndote entrenar con mayor intensidad y por más tiempo.
• Avena: Rica en carbohidratos complejos que proporcionan energía sostenida.
• Arroz integral: Fuente excelente de carbohidratos que ayudan a mantener los niveles de glucógeno.
• Batatas: Altas en carbohidratos complejos y también contienen fibra, que ayuda en la digestión y en la liberación constante de energía.
La recuperación rápida es posible gracias a una adecuada ingesta de proteínas y carbohidratos después del ejercicio.
Las proteínas son fundamentales para la reparación y el crecimiento muscular, ya que suministran los aminoácidos necesarios para reconstruir las fibras musculares dañadas durante el entrenamiento.
Y los carbohidratos te ayudan a reponer los niveles de glucógeno, lo cual es crucial para prepararte de cara a la próxima sesión de ejercicio.
• Pollo a la plancha: Alto contenido en proteínas para la reparación muscular.
• Yogur griego con frutas: Proporciona proteínas y carbohidratos para una recuperación completa.
• Batidos de proteínas: Una opción rápida y conveniente para obtener proteínas y carbohidratos después del ejercicio.
Para prevenir lesiones, es muy importante tener una dieta rica en nutrientes esenciales como el calcio, la vitamina D y los ácidos grasos omega-3.
El calcio y la vitamina D cuidan de tu salud ósea, mientras que los ácidos grasos omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias que te ayudan a reducir el dolor muscular y la inflamación.
• Leche y productos lácteos: Ricos en calcio y vitamina D para fortalecer los huesos.
• Salmón: Es una fuente de proteínas excepcional y contiene ácidos grasos omega-3 que ayudan a reducir la inflamación y el dolor muscular.
• Almendras: Son una fuente de calcio y grasas saludables que apoyan la salud ósea y muscular.
Mantener una buena salud a largo plazo requiere una dieta equilibrada y rica en variedad de nutrientes.
Vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, son componentes esenciales que debes incluir en tu dieta diaria para prevenir enfermedades crónicas y mejorar tu sistema inmune.
• Frutas y verduras: Altas en vitaminas, minerales y antioxidantes que apoyan la salud general y previenen enfermedades.
• Granos enteros: Como la quinoa y el arroz integral, que proporcionan fibra y nutrientes esenciales.
• Nueces y semillas: Ricas en grasas saludables, proteínas y fibra que benefician la salud cardiovascular y la función cerebral.
Aunque estas recomendaciones pueden ser útiles para la mayoría de las personas que practican deporte, es recomendable ponerse en manos de un nutricionista profesional para evitar riesgos.
Las estrategias de nutrición deportiva siempre varían según el deporte que practiques, tu nivel de actividad y las necesidades nutricionales que tengas.
La clave principal está en incluir estos aspectos generales en tu rutina diaria.
Planificar las comidas en torno a los entrenamientos es crucial para optimizar tu rendimiento y recuperación.
Consumir una comida rica en carbohidratos y proteínas 2-3 horas antes del ejercicio, te proporciona la energía necesaria y reduce el riesgo de fatiga.
Un snack ligero, como una banana o un batido de proteínas, unos 30-60 minutos antes del ejercicio también puede ser beneficioso.
Si realizas actividades de larga duración, consumir carbohidratos durante el ejercicio te ayuda a mantener los niveles de energía.
Las bebidas deportivas, geles energéticos y barras de cereales, son algunas de las opciones con las que puedes mantener tu rendimiento durante las sesiones prolongadas.
Después del ejercicio es importante que repongas los nutrientes que has quemado, para reparar el tejido muscular.
Consumir una combinación de carbohidratos y proteínas en los 30 minutos posteriores al ejercicio te ayuda con tu recuperación.
La suplementación deportiva puede ser una herramienta valiosa para mejorar el rendimiento y la recuperación, aunque es fundamental utilizarla de forma adecuada y no abusar de ella.
Como especialista en nutrición y farmacia, recomiendo encarecidamente que los suplementos no sustituyan una dieta equilibrada, sino que se utilicen como complemento cuando sea necesario.
La suplementación se debe personalizar y supervisar por un profesional de la salud para evitar efectos adversos y garantizar su eficacia.
Los batidos de proteínas son una forma conveniente de aumentar la ingesta de proteínas, especialmente después del ejercicio, cuando el cuerpo necesita repararse y crecer.
Las proteínas en polvo, como el suero de leche (whey), las caseínas o las proteínas vegetales, son opciones que algunos deportistas consumen con frecuencia.
La proteína de suero de leche lo absorbe rápidamente el cuerpo.
Es ideal para consumir inmediatamente después del ejercicio para maximizar la síntesis de proteínas musculares, con el objetivo de desarrollar la fuerza o aumentar la masa muscular.
Esta fosfoproteína se digiere lentamente, lo que la hace adecuada para consumir antes de dormir.
Se utiliza, entre otras cosas, para la elaboración de preparados médicos y concentrados proteicos, ya que proporciona un suministro constante de aminoácidos que facilitan la reparación del anabolismo.
Estas proteínas en polvo ayudan a reparar y construir los músculos, contribuyen a la pérdida de grasa y mejoran la composición corporal en general.
Están compuestas por soja, guisantes o arroz, lo que las hace excelentes opciones para veganos y personas con intolerancia a la lactosa.
Los aminoácidos son los bloques de construcción de las proteínas y juegan un papel crucial en la recuperación y el crecimiento muscular. Los BCAA (aminoácidos de cadena ramificada) que incluyen leucina, isoleucina y valina, son particularmente importantes.
Proporcionan energía metabólica, ayudan a reducir la fatiga muscular y acelera la recuperación.
Consumir BCAA antes, durante y después del ejercicio puede mejorar el rendimiento y reducir el dolor muscular post-entrenamiento.
Otro aminoácido importante que puede ayudar a la reparación de las fibras musculares y mejora la función inmunológica.
Neutraliza el exceso de ácido que se produce en los músculos cuando haces ejercicio anaeróbico con intensidad, ayuda a limpiar los residuos de amoníaco de algunos tejidos, y sirve para que los músculos que has trabajado no bajen de volumen.
Mejora el flujo sanguíneo y el transporte de nutrientes a los músculos.
Puede disminuir el colesterol para mejorar la capacidad cardiovascular, reducir los niveles de grasa corporal y facilita la recuperación de los músculos retirando los residuos de amoníaco producidos por el ejercicio anaeróbico.
La creatina es uno de los suplementos más investigados y se ha demostrado que mejora la fuerza, la potencia y el rendimiento en ejercicios de alta intensidad y corta duración, como el levantamiento de pesas y el sprint.
Es la forma más común y efectiva. Ayuda a aumentar los niveles de fosfocreatina en los músculos, lo que permite una producción de energía rápida durante actividades intensas.
Es más fina y se disuelve mejor en agua, lo que puede ser más fácil de digerir para algunas personas.
Durante el ejercicio, se pierden electrolitos a través del sudor, lo que puede llevar a desequilibrios y afectaciones en el rendimiento. Los electrolitos como el sodio, el potasio y el magnesio son esenciales para mantener el equilibrio de líquidos y la función muscular adecuada.
Las bebidas deportivas que contienen estos electrolitos, pueden ser especialmente beneficiosas durante ejercicios prolongados o en condiciones de calor extremo.
Ayuda a mantener el equilibrio de líquidos y previene la hiponatremia, una condición que puede ocurrir cuando se pierde demasiado sodio a través del sudor.
Es crucial para la función muscular y nerviosa, y ayuda a prevenir la aparición de calambres musculares.
Participa en más de 300 reacciones enzimáticas en el cuerpo, incluyendo la síntesis de proteínas y la producción de energía.
Una dieta equilibrada siempre incluirá variedad de alimentos ricos en nutrientes para proporcionarte la energía necesaria que te permita conseguir optimizar tu rendimiento y recuperación.
Las frutas y verduras son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes, esenciales para la salud general y la recuperación.
Frutas como las bananas o las naranjas, son excelentes para reponer el potasio, mientras que las verduras de hoja verde proporcionan hierro y calcio.
Las proteínas magras, como la del pollo, el pavo, el pescado, los huevos y las legumbres, son fundamentales para la reparación y el crecimiento muscular.
Los carbohidratos complejos, como la avena, el arroz integral, la quinoa y las batatas, proporcionan energía sostenida para los entrenamientos y ayudan a mantener los niveles de glucógeno.
Las grasas saludables, como las que se encuentran en el aguacate, las nueces y el aceite de oliva, son importantes para la salud general y proporcionan una fuente de energía duradera.
Si has llegado hasta aquí, seguramente te estarás preguntando como son estas dietas equilibradas.
Te muestro algunos ejemplos de comida diaria en dietas adaptadas, que he elaborado para diferentes tipos de deportistas.
En estos casos, para elaborar los menús realicé un estudio de sus hábitos nutricionales y tuve en cuenta sus el tipo de deporte que practicaban, el tiempo que dedicaban a entrenar y los objetivos que querían alcanzar.
Los corredores necesitan una dieta alta en carbohidratos para mantener los niveles de energía durante los entrenamientos y las competiciones.
En este ejemplo de menú diario incluí:
• Desayuno: Avena con frutas y nueces.
• Comida: Ensalada de quinoa, pollo a la plancha y verduras.
• Merienda: Banana y un puñado de almendras.
• Cena: Pasta integral con salsa de tomate y salmón.
Los levantadores de pesas requieren una dieta rica en proteínas y grasas saludables para construir y reparar músculos.
Uno de los menús diarios de este plan nutricional fue así:
• Desayuno: Huevos revueltos con espinacas y aguacate.
• Comida: Pechuga de pollo a la parrilla con arroz integral y brócoli.
• Merienda: Batido de proteínas y una manzana.
• Cena: Filete de ternera con batatas asadas y ensalada de verduras.
Los ciclistas necesitan una dieta equilibrada con carbohidratos, proteínas y grasas para mantener la resistencia y la energía sostenida.
En este caso elaboré este menú diario:
• Desayuno: Yogur con granola y frutas.
• Comida: Wrap de pavo con vegetales y hummus.
• Merienda: Barrita energética y un puñado de nueces.
• Cena: Pescado a la plancha con quinoa y espárragos.
Optimizar tu nutrición es fundamental para alcanzar tus objetivos personales y tus metas deportivas.
Lo más importante es comer bien, hacerlo en el momento adecuado y con los nutrientes necesarios para cubrir tu gasto energético según tu tipo de actividad.
Recuerda siempre hidratarte bien y procura evitar las horas con altas temperaturas para practicar deporte.
Si puedes seguir estas pautas con éxito, conseguirás mejorar tu rendimiento atlético.
Si practicas algún deporte y te gustaría optimizar tu rendimiento con ayuda profesional, puedes ponerte en contacto ahora con nuestra clínica.
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