El término «altas capacidades» es la forma más común para denominar aquello a lo que antes nos referíamos como superdotados.
En un primer momento, cuando comienza a estudiarse el concepto de cociente intelectual (CI), se asociaba la superdotación con centiles muy altos en pruebas que median una inteligencia muy concreta.
Con el desarrollo del concepto de inteligencia y la aparición de la teoría de Inteligencias Múltiples de Gardner, el nombre «Altas Capacidades» parece ser más adecuada, ya que abarca no solo el concepto propio de inteligencia sino también el de aptitud, competencia, destreza o dominio.
Las altas capacidades no consisten solo en tener un CI superior a 130, sino que también implican características que se relacionan de forma compleja entre sí.
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