La mayoría de personas atraviesan una crisis de ansiedad al menos una vez en su vida. Sin embargo, quienes tienen trastornos de ansiedad suelen experimentar sus síntomas de forma persistente e intensa.
La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
El trastorno de estrés postraumático es una enfermedad de salud mental desencadenada por una situación estresante aterradora, ya sea que la hayas experimentado o presenciado.
Son enfermedades mentales que conllevan a percepciones raras e ideas inadmisibles para la realidad, que se deben a una alteración a nivel neurológico del cerebro.
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por un patrón de pensamientos y miedos no deseados (obsesiones) que provocan comportamientos repetitivos (compulsiones).
Las fobias específicas son trastornos de ansiedad comunes que afectan a cerca del 8% de los adultos en un período dado de 12 meses.
La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que tienes miedo a los lugares o las situaciones que podrían causarte pánico y hacerte sentir atrapado, indefenso o avergonzado, por lo que evitas este tipo de lugares o situaciones.
El trastorno del control de impulsos se define, como aquellos trastornos en los que la persona experimenta grandes dificultades o no es capaz de soportar o resistirse al impulso de cometer una acción que acabará siendo nociva para la propia persona o para los demás.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son enfermedades mentales graves que afectan a millones de personas en el mundo. Existe un amplio consenso que en el desarrollo de estos trastornos están implicados factores biológicos, psicológicos y socioculturales.
Una de las problemáticas más frecuentes en las clínicas de psicología son las relacionadas con la baja autoestima; estas consisten en el conjunto de percepciones, pensamientos y sentimientos negativos que puede tener una persona hacia sí misma.
Las estadísticas muestran que cada año, en España, alrededor de un millón y medio de individuos experimentan la pérdida de un ser querido. Este proceso doloroso, que puede llevar a alguien a una crisis existencial, requiere de un tiempo más o menos largo para que se llegue a recuperar de nuevo el equilibrio emocional.
Entendemos las consultas dentro de un abordaje bio-psico-social integral, donde la psicoterapia conforma una parte central del tratamiento, en ocasiones con ayuda psicofarmacológica o sin ella.