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Depresión infantil en Madrid

Todos los niños atraviesan un proceso de crecimiento y desarrollo hasta que se convierten en adultos. Pero, aun así, también pueden desarrollar una depresión, solo que lo expresan de manera diferente a los adultos. En la Clínica Teresa Aparicio contamos con el mejor equipo de especialistas para tratar la depresión infantil en Madrid. ¡Pide cita!

Síntomas de la depresión infantil

La depresión infantil presenta notables diferencias respecto a la que es propia del adulto, aunque tienden a reducirse a medida que pasan los años y va llegando la etapa de la adolescencia. Se trata, por tanto, de un problema de salud cuya expresión depende del periodo evolutivo. Además, es importante tener en cuenta que muchos niños no disponen de las palabras precisas mediante las que comunicar lo que les está pasando, por lo que se debe estar atento a sus actitudes y comportamiento. Los niños que necesitan tratamiento para la depresión infantil, no necesariamente tienen que estar tristes, pueden presentar distintos síntomas que varían de un niño a otro, como irritabilidad, poco interés en los juegos, llanto, estado de ánimo bajo, aislamiento, se encierran en su mundo, insomnio o sueño excesivo, falta de energía, alteración del apetito, o falta de autoestima.

Si sospechas que tu hijo puede estar padeciendo una depresión infantil, puedes pedir cita con un psiquiatra o psicólogo especialista en depresión infantil en nuestra clínica de Madrid. Su experiencia y dedicación le permitirá poder ayudar a tu hijo a superar este tipo de dificultades emocionales. Muchas veces, llama la atención el hecho de que los niños que padecen depresión infantil, no desean jugar con los compañeros de su misma edad porque no saben “hacer las cosas bien”, o por temor a que les rechacen o les traten mal. Una de las particularidades más conocidas de la depresión infantil es que suele cursar con irritabilidad, la cual es mucho más fácilmente identificable por los padres.

Pueden sentirse apáticos/desinteresados por explorar el entorno, distanciándose progresivamente y cediendo a una nociva inactividad. Surge una tendencia al aislamiento social y la negativa a participar en actividades compartidas (jugar con el grupo de referencia, pérdida de interés por los asuntos académicos, rechazo de la escuela, etc.). La pérdida de confianza suele generalizarse a cada vez más áreas de la vida cotidiana del niño, a medida que el tiempo avanza y no se adoptan soluciones terapéuticas eficaces para su caso. En necesario que los niños con depresión reciban tratamiento lo antes posible, porque podría afectar a su rendimiento escolar, a su vida social y familiar.

Causas de la depresión infantil

No todas las depresiones infantiles son iguales, cada niño es diferente y, por tanto, los síntomas de la depresión pueden variar. Es importante consultar a una psicóloga o psicólogo especialista en depresión cuando observamos la aparición de alguno de sus síntomas. Detectarlo de manera precoz mejora mucho el pronóstico. No existe una única causa para la depresión infantil, sino un conjunto de factores de riesgo (biológicos, psicológicos y/o sociales) cuya convergencia contribuyen a que aparezca y, por lo tanto, a la necesidad de recurrir a un tratamiento psicológico para la depresión infantil. Una de las causas, podría ser, la tendencia de los niños a interpretar los hechos cotidianos de su vida en términos catastróficos y claramente desproporcionados. Esto puede ser debido a que el niño adquiere el estilo específico que uno de sus padres utiliza para interpretar las adversidades.

Otra de las posibles causas de la depresión infantil radica en la existencia de ciertas dificultades a la hora de relacionarse los padres, que provocaría en el niño una sensación de desamparo. Los estudios sobre esta cuestión demuestran que las muestras de calidez de las figuras de apego, y los acuerdos consensuados sobre la crianza, actúan como variables de protección para reducir el riesgo de que el niño desarrolle una depresión infantil, independientemente si son pareja o no. Otra posible causa de una intervención psicológica por depresión infantil, se daría cuando los niños padecen estilos de crianza excesivamente autoritarios, en los que se impone unilateralmente la fuerza como mecanismo para gestionar el conflicto, pueden mostrar un estado de hiperactivación constante (e indefensión).

Los sucesos estresantes, como: el divorcio de los padres, las mudanzas o los cambios de escuela, pueden estar en la base de trastornos depresivos durante la infancia. Se ha comprobado que los niños que tienen pocos amigos tienen mayor probabilidad de necesitar un tratamiento para la depresión infantil. El conflicto con otros niños de su grupo de iguales también ha mostrado relación con el trastorno. Y sufrir bullying también se ha asociado estrechamente con la depresión infantil. Los niños que padecen trastornos del neurodesarrollo, como el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH y TDA) y autismo (TEA), también tienen una probabilidad mayor de sufrir depresión. Este efecto se hace extensible a los problemas de aprendizaje, como la dislexia, la discalculia o la disgrafía, la tartamudez, y las alteraciones de la conducta.

¿Cómo diagnostica un psicólogo especialista en depresión infantil este trastorno?

La depresión infantil es una enfermedad psiquiátrica bastante frecuente y seria en niños y adolescentes. Aproximadamente un 5%, o uno de cada 20 niños y adolescentes, tendrá un episodio depresivo antes de cumplir los 19 años. Sin embargo, menos de la mitad de estos niños reciben un tratamiento para la depresión infantil adecuado. Los estudios muestran que los padres suelen subestimar seriamente los síntomas asociados a este trastorno. El diagnóstico y tratamiento de la depresión en los niños debe realizarse por parte de un equipo de profesionales con experiencia en esta enfermedad, como los que encontrarás en la Clínica Teresa Aparicio. Contamos con psicólogos y psicólogas altamente cualificados para tratar este problema infantil.

Si se aborda la depresión infantil con el correcto enfoque y tratamiento, se obtienen buenos resultados. Es esencial que se haga un trabajo coordinado con los padres y el colegio donde curse sus estudios el niño, para conseguir solucionar el problema. El diagnóstico debe realizarse mediante una entrevista clínica, para ello deberán utilizarse técnicas específicas, tanto verbales como no verbales, debido a la existencia de limitaciones cognitivas y de verbalización en este grupo de edad. La información aportada por los padres y el colegio completará la evaluación psicopatológica.

Tras escuchar a los padres, evaluar al niño y realizar las pruebas complementarias necesarias, el equipo de psicólogos de la Clínica Dra. Teresa Aparicio llega a un diagnóstico utilizando la metodología más moderna y actualizada disponible. Tras realizar el diagnóstico, se determinará cuál será el tratamiento para la depresión infantil más apropiado. La frecuencia de la depresión es igual en los niños y las niñas antes de la pubertad, pero a partir de la pubertad, las chicas tienen más riesgo de sufrir depresión.

Psicólogo Ansiedad Infantil Madrid

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¿Cuál es el tratamiento para la depresión infantil?

Los niños a los que se diagnostica depresión necesitan un tratamiento específico, éste será determinado según la causa por el especialista en la Clínica Teresa Aparicio. Generalmente, el tratamiento de la depresión en niños requiere la combinación de psicoeducación a los padres, psicoterapia y en algunos casos de medicación. Es importante realizar una intervención psicológica en la depresión infantil, hay que apoyar tanto al niño como a la familia, ya que muchas veces los padres se culpan erróneamente de los problemas o dificultades del niño. A veces, los niños tienen ideas negativas, que deben ir cambiando con el tratamiento a una visión más realista.

La terapia cognitivo-conductual para tratar la depresión infantil ha mostrado ser eficaz. Se persigue la identificación, debate y modificación de los pensamientos negativos de base, así como la introducción progresiva y personalizada de actividades agradables. La contribución de los padres es esencial en todo este proceso. También la terapia interpersonal ha resultado ser eficaz, el propósito es indagar en las problemáticas sociales más relevantes en el entorno del niño, tanto en las que está implicado como aquellas en las que no lo está directamente, buscando alternativas dirigidas a favorecer los recursos adaptativos de la familia entendida como un sistema.

Y por último, pueden utilizarse antidepresivos en aquellos casos en los que el niño no responde adecuadamente a la psicoterapia. Esta parte de la intervención debe ser minuciosamente valorada por un psiquiatra de nuestra clínica, que determinará el perfil de riesgos y beneficios que se asocian al consumo de estos medicamentos en la niñez.

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