La ansiedad infantil es una de las patologías mentales más presentes tanto en niños como adolescentes, siendo de un porcentaje de un 9% en niños y 21% en adolescentes. Esto lo convierte en una problemática frecuente y en la que podemos trabajar para buscar una solución adecuada.
Podemos definir la ansiedad infantil como una respuesta adaptativa ante posibles amenazas o problemas en el día a día de los menores, manifestándose en forma de miedo (fobia) o preocupación.
No toda ansiedad es dañina, el problema es la ansiedad patológica, que genera reacciones mucho más intensas y frecuentes de lo que justificaría los estímulos en el ambiente, en algunos casos se producen sin estímulo alguno.
La ansiedad patológica puede generar serios perjuicios durante la infancia, con efectos negativos sobre el bienestar del menor y sus personas cercanas, tanto en la vida familiar como en el entorno social. Hay que poner especial atención para reconocer si los síntomas persisten en el largo plazo y no son únicamente en episodios específicos. Además, se debe tener en cuenta la edad de cada niño y su nivel madurativo.
Un psicólogo especializado en ansiedad infantil y adolescente se encarga de estudiar la frecuencia de estos episodios, buscar el origen y tratarlos de manera adecuada para saber cómo afrontarlos y evitar su constante aparición.
En la primera etapa de la vida, hasta los cinco años, tanto la ansiedad por separación como la inquietud ante personas extrañas o la oscuridad, entre otros aspectos, son normales.
En el siguiente periodo entre los cinco y doce años sí son un problema la ansiedad por separación o las fobias específicas.
No podríamos especificar una causa concreta que pueda generar ansiedad infantil en los menores. Se cree que es debido a una combinación de factores genéticos y ambientales. Su manifestación se produce ante situaciones de estrés y cambios en su vida, aunque estos cambios sean positivos para ellos.
Es por ello que es difícil identificar la causa específica por la que un niño o adolescente puede padecer ansiedad. Los eventos que más pueden causar ansiedad y estrés en ellos son:
Una pérdida, como puede ser la muerte de un ser querido o el divorcio de los padres.
Cambios relevantes y destacados en su vida, como una mudanza.
Antecedentes de abuso o bullying.
Vivir en una familia con un ambiente temeroso, ansioso o violento.
Dependiendo de sus síntomas y cómo se manifieste, podemos identificar la ansiedad infantil o en adolescentes de distintas formas con respecto a cómo la manifiestan.
Trastorno de ansiedad por separación (TAS): angustia por la separación de personas estimadas o por cambios en situaciones que eran comunes durante su crecimiento. Aparecen situaciones y sentimientos de pánico ante la separación (cuando evita ir al colegio, por ejemplo), en la que sienten una necesidad de aferrarse a alguien.
Fobia específica: miedo generalizado a una determinada situación. Existen la fobia a los animales, miedo a la oscuridad, miedo a centros comerciales, miedo al ascensor…
Trastorno de pánico: aparición repentina e imprevista de ataques de pánico, originadas por un determinado estímulo que les causa miedo y angustia.
Ansiedad por la salud: preocupación excesiva por la salud, que genera actitudes obsesivas y compulsivas.
Fobia social: algunos niños pueden sentir ansiedad ante ciertas situaciones sociales, que se manifiesta en una excesiva preocupación por la opinión externa de los demás y la evitación de ciertas situaciones sociales. Unirse a una conversación, hacer amigos, relacionarse con ellos, participar en actividades grupales, miedo a hablar en público…
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): los niños y adolescentes que padecen este trastorno sienten una gran preocupación excesiva ante todo tipo de situaciones, mostrando inquietud en todo momento y presentar otro tipos de síntomas como irritabilidad, alteraciones de sueño o molestias y dolores musculares. Se puede manifestar en miedo a suspender, preocupación ante la situación familiar, etc.
Trastorno de estrés postraumático: respuesta que se manifiesta como resultado de haber vivido una situación traumática.
Estos son los principales tipos de ansiedad, junto con sus síntomas más generales. Si estos síntomas persisten durante un largo tiempo, lo mejor es acudir a un psicólogo especialista que pueda ofrecernos un consejo y diagnóstico profesional.
Como hemos comentado anteriormente, las preocupaciones están presentes en las vidas de los niños y adolescentes con frecuencia. Es una etapa de desarrollo y crecimiento, en la que suceden muchos cambios a lo largo de su vida.
Si se originan repetidas respuestas de ansiedad y comienza a interferir en su desarrollo escolar, familiar y social; lo mejor es buscar ayuda profesional.
En nuestra clínica Dra. Teresa Aparicio contamos con psicólogos especializados en ansiedad infantil en Madrid y psicólogos especializados en ansiedad en adolescentes en Madrid que trabajarán con ellos y le ayudarán a identificar cuál es el origen de estos problemas de ansiedad infantil, cómo tratarlos durante su aparición y cómo evitarlos.
Realizamos una investigación e intervenciones cognitivas y conductuales, tanto con el niño/adolescente como con su propio entorno cercano y familia, para ofrecerle un diagnóstico y tratamiento preciso, con la que la calidad de vida de su hijo o persona cercana mejorará ante situaciones y cambios que le dificultan en su día a día.
Contacta con nosotros para una consulta especializada en la que trabajemos por reducir la ansiedad infantil y los miedos y preocupaciones de niños y adolescentes.
La mayor parte de las personas que sufren de síntomas de ansiedad y pánico frecuentes no buscan ayuda profesional.
La depresión es un trastorno mental cada vez más común que paraliza nuestro estilo de vida por completo.
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) se origina cuando nuestro cuerpo busca protegerse de posibles peligros tras una situación traumática.
